La vida de Inu-oh nunca fue como la de los demás. Al nacer no se parecía a ninguna otra persona, más bien parecía un ser sobrenatural. Los adultos de su entorno, al ver a un bebe así, se horrorizaron enormemente y decidieron que nadie más vería el cuerpo de Inu-oh. Por ello, taparon cada milímetro de su cuerpo de ropa, incluida su cara. Todo cambia par Inu-oh el día que conoce a Tomona, otro chico marginado de la sociedad. Tomona le enseñará el valor de la música y Inu-oh descubrirá su habilidad para bailar. Ambos trabajaran juntos para sobrevivir en una sociedad que no quiere saber nada de ellos.