Tras recibir un diagnóstico terminal, Sarah (Karen Gillan) opta por un procedimiento de clonación futurista para ayudar a aliviar la pérdida de su familia. Cuando se recupera milagrosamente, sus intentos de desmantelar su clon fracasan, lo que la lleva a una lucha a muerte por mandato judicial. Con la ayuda del especialista en combate Trent (Aaron Paul), se prepara para el duelo de su vida.