Película dirigida por John Woo (Cara a cara, Broken Arrow) en la que Joel Kinnaman interpreta a un padre que busca venganza por la muerte de su hijo. Trágicamente, el chico quedó atrapado en el fuego cruzado entre dos bandas rivales en Nochebuena. Herido de gravedad mientras perseguía a los asesinos, Godlock jura tomarse la justicia por su mano usando todos los medios necesarios a su alcance. La sencillez de la historia del filme es absolutamente necesaria, teniendo en cuenta el gancho del mismo: no cuenta con diálogos. No se intercambian palabras entre ningún personaje y no hay escenas expositivas en su metraje.