La pareja protagonista de Silent Land han decidido obviar sus problemas y su monotonía de pareja con un viaje a una soleada isla en Italia. Esperar que estas vacaciones estivales arreglen su futuro, pero cuando llegan a la casa que han alquilado se dan cuenta que lo que necesita un arreglo es ese lugar. Por ello, comienzan a quejarse encarecidamente de que la piscina no funciona, sin saber que no lo hace porque hay una enorme escasez de agua en la isla. A esto se suma que descubren que su seguridad esta en peligro, ya que un extraño hombre entra en la finca.